Unos días antes de la European Seafood Exposition, la afirmación de Grupo Selonda de que los precios de mercado y la rentabilidad de la lubina y la dorada aumentará a lo largo de los próximos años no podría haber sido más oportuna.
Al anunciar los resultados de 2009 de la piscifactoría griega, con un aumento del 13,5 en la facturación por ciento anual que asciende a los 136 millones de EUR (183,1 millones de USD), el director ejecutivo, John Stephanis, afirmó que, “tras tres años muy difíciles”, el sector de la acuicultura en el Mediterráneo está regresando a las condiciones de demanda y suministro normales.
Si el voto de confianza de Stephanis demuestra ser correcto, éste podría ser precisamente el estímulo que el sector de la lubina y la dorada necesita. A pesar de todos los intentos y objetivos, este sector ha estado de capa caída desde el cambio de milenio. Muchos productores culpan de esta situación a las grandes capturas y los consiguientes bajos precios de productor debidos a los pésimos rendimientos financieros.
Cualquier tipo de resultado será consecuencia directa de la mayor limitación de suministros. Las cantidades de ambas especies han experimentado una disminución atroz a lo largo de los dos últimos años a causa del cierre de una gran cantidad de empresas de producción que no resultaban rentables, así como un descenso acentuado en la cantidad de crías que se introducen en el agua.
La unión de estos dos factores ha producido una subida de los precios en los últimos meses. El kilogramo de pescados pequeños (entre 300 y 400 gramos) de ambas especies se venden en la actualidad a 5 EUR (6,73 USD) aproximadamente en el mercado mayorista español. Los precios de pescados de mayor tamaño son considerablemente más altos.
Aunque tanto Selonda como las demás piscifactorías agradecerán el aumento en los precios, no está claro qué acciones emprenderán estas empresas para garantizar un regreso a la normalidad a largo plazo.
Al leer la lista de expositores de European Seafood Exposition (disponible en línea) se podía observar un mínimo de 20 empresas europeas de lubina y dorada. Muchos de los asistentes a la exhibición estarán impacientes por obtener información acerca de estas estrategias de operaciones a largo plazo.
Al tratarse de productos de consumidor, muchos europeos disfrutan del pescado e, incluso, lo tienen en gran estima. Sin embargo, teniendo en cuenta el consumo relativamente estático y la lentitud de los mercados mediterráneos más tradicionales para salir de la recesión, ¿qué medidas tomarán estas empresas para triunfar en los nuevos mercados?
Para la mayoría de los productores europeos de lubina y dorada, la comercialización genérica es un terreno aún desconocido, pero los esfuerzos están orientados a convertirla en la prioridad máxima del sector.
Sin embargo, no será una tarea fácil. Por ejemplo, los productores de salmón, a pesar de una reducción anticipada en la producción para los próximos dos años, intentarán aumentar su penetración geográfica.
Muchos de éstos cuentan con el apoyo de Norwegian Seafood Export Council (NSEC), creado por el Ministerio de acuicultura noruego en 1991, que ha dedicado muchos millones de coronas a llevar el salmón de piscifactoría a nuevos mercados.
NSEC se vale de representantes en los mercados clave de todo el mundo y promueve campañas en comercios y restaurantes, además de presentar anuncios en los medios locales. También afirma lleno de orgullo que 27 millones de productos de mar noruegos (principalmente, el salmón de piscifactoría) se sirven en todo el mundo a diario.
También resulta fascinante evaluar la reacción en la exhibición de Bruselas ante la nueva cobia de piscifactoría vietnamita de Marine Farms y la nueva tilapia con sistema de trazabilidad “Trapia”, método iniciado por Trapia Malaysia Sdn Bhd. Ambos, con el tiempo, podrían inspirar un cambio a largo plazo en el consumo. Una cosa es segura: la exhibición de la semana que viene será uno de los eventos más fascinantes e instructivos de la historia reciente.
