Piscicultura de la trucha arco iris causa menos daño al medio ambiente que los productos de origen animal tales como carne de ternera, cerdo o pollo.
Esa es la conclusión de un estudio pionero implicando la productor de la trucha arco iris IPEASA y productora de piensos para peces Skretting, llevado a cabo por el Centro Tecnológico de Miranda de Ebro (CTME) en Burgos, financiado por la Agencia de Innovación, Financiación e Internacionalización Empresarial de Castilla y León.
Por cuantificando las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la acuicultura continental, el proyecto analizó la huella de carbono de la trucha arco iris criada en piscifactoría resultantes de diferentes alimentos, evaluando sus contribución a la cadena de valor e identificando de medidas sostenibles para los piscicultores y productores de piensos.
Un Análisis de Ciclo de Vida (ACV) de trucha cuantificado de la “cuna a la tumba” recurso “entradas” como energía, masa, las materias primas, valor económico, transporte y las “salidas” de residuos y emisiones, desde la producción de huevos y cría de alevines, engorde hasta el sacrificio, procesando al final producto hasta disposición.
Se encontró que los piensos de la trucha arcoíris responsables del 80 por ciento de la huella de carbono de la trucha, un factor clave en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en el producto final. Entre el 95 y 99 por ciento de la huella de carbono se origina en las materias primas asociadas a los cambios de uso del suelo, especialmente la producción de la soja y las habas.
Trabajando con el Doctor Yolanda Nuñez, CTME Director Raúl de Saja explicó: “LCA cuantifica los impactos ambientales a través de normas ISO 14040 e ISO 14044. Teniendo en cuenta el cambio en el uso del suelo, los resultados mostraron una huella de carbono de 4,81 kilogramos de dióxido de carbono equivalente (CO2e) por kilogramo de la trucha viva y de 5,07 kilogramos de CO2e por kilogramo de la trucha procesada. La trucha de piscifactoría es en mejor lugar respecto a otros productos de origen animal como la carne de ternera (18 kg de CO2e/kg), cerdo (14 kg de CO2e/kg) o pollo (en torno a 8 kg de CO2e/kg).
La composición de los piensos depende en la disponibilidad de materia prima durante el año. Fuertes especulaciones de precios determinan su abastecimiento cual CTME concluir es insostenible.
Al ritmo que crece la población mundial, para poder mantener al menos el nivel actual de consumo de alimentos acuáticos per cápita, en 2020 el mundo necesitará 23 millones de toneladas adicionales de dichos alimentos. Este suministro complementario deberá provenir de la acuicultura (FAO, 2012). La satisfacción de la futura demanda de alimentos de la acuicultura dependerá en la disponibilidad de piensos de calidad en las cantidades necesarias,” añadió de Saja.
